Según el sistema constitucional español, la organización de las instituciones y del sistema de autogobierno de cada Comunidad corresponde a la propia Comunidad Autónoma. Sus instituciones políticas básicas están previstas y reguladas en los Estatutos de Autonomía. Estas previsiones iniciales han sido posteriormente desarrolladas mediante la aprobación por las diferentes Asambleas legislativas de las correspondientes leyes organizativas.

En general, las Comunidades Autónomas organizan sus estructuras administrativas tomando como modelo las del Estado, de modo que las estructuras organizativas básica son las Consejerías o Departamentos y las Direcciones Generales.

La normativa referenciada a continuación es la aprobada al inicio de cada Legislatura o la aprobada con carácter general, no incluyéndose las modificaciones parciales, lo que debe advertirse si se tiene en cuenta que las estructuras administrativas suelen experimentar modificaciones posteriores.