Melilla se ha sumado al resto del país en la conmemoración del medio siglo desde la muerte del dictador que se celebra este año y ha organizado las Jornadas “50 años de libertad y democracia en Melilla” para acercar el valor de medio siglo de derechos, progreso y convivencia y eliminar los bulos del franquismo.
El IES ‘Leopoldo Queipo’ ha sido es escenario elegido para esta actividad que se realiza bajo el impulso de la Delegación del Gobierno en Melilla y el Comisionado para la Celebración de los 50 años de España en libertad, y que ha reunido a alumnado, docentes y ciudadanía y que ha contado con la participación del arqueólogo y escritor Mikel Herrán; la licenciada en Filología Hispánica y profesora, Pura Sánchez; y la historiadora y divulgadora Josefine Table.
Así, en la tarde de ayer, la Delegada del Gobierno, Sabrina Moh, inauguró las jornadas recordando que “defender la democracia es nuestra responsabilidad colectiva, y empieza por recordar de dónde venimos”, subrayando que Melilla “debe reivindicar estos cincuenta años de libertades porque forman parte de nuestra identidad colectiva y de nuestro presente como ciudad plural y diversa”.
La titular de la Delegación del Gobierno, destacó que estas jornadas buscan conocimiento, reflexión y conciencia democrática: “La democracia ha traído a España el periodo de mayor estabilidad, prosperidad y derechos de nuestra historia. No podemos olvidar que si hoy estamos aquí es porque al final triunfaron la libertad y la democracia”.
La Directora Provincial de Educación, Elena Fernández Treviño, por su parte, señaló que “la escuela es el primer espacio donde aprendemos qué significa convivir, respetar y comprender nuestro pasado. Traer estas conversaciones a un instituto es, en sí mismo, un acto democrático”, por lo que ha hecho hincapié en la importancia de que el alumnado tenga acceso a este tipo de actividades.
El periodista de RTVE en Melilla Raúl Prieto fue el responsable de moderar y dirigir la mesa redonda “Desmontando bulos: con la dictadura no se vivía mejor”, en la que se trataron aspectos como la represión del régimen franquista contra las mujeres o las minorías, la falta de derechos y libertades para la ciudadanía o el auge de los mensajes de odio que están resurgiendo.
Esta segunda jornada de hoy va a contar con la proyección de la película ‘El Maestro que prometió el mar’, seguida de un debate con el alumnado del centro, así como la intervención del alumnos del 1º de Bachillerado del IES ‘Leopoldo Queipo’ Mohamed Mohamed El Biyan, que ha sido uno de los ganadores del Concurso Escolar Nacional ‘Vivir, Sentir y Contar la Democracia: España en libertad. 50 años’ del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes.
Pensamiento crítico
La Delegada del Gobierno durante la atención a medios de esta mañana, ha destacado la importancia de actividades como estas dado que “es importante que los alumnos y alumnas empiecen a desarrollar un pensamiento crítico”. Algo para lo que ha apuntado la educación es clave y, en ese sentido, ha avanzado que las instituciones seguirán trabajando “para que nuestros jóvenes puedan tener esas herramientas que le permitan seguir avanzando hacia un futuro igualitario y justo”.
Moh he hecho hincapié en la importancia de que el alumnado conozca lo que han supuesto estos 50 años de democracia y también que puedan echar la vista al pasado “para saber interpretarlo y, sobre todo, para poder dar herramientas necesarias para un futuro en democracia”.
Por su parte, Josefine Table, muy popular en redes sociales por su labor divulgadora (@josefinetable), ha dejado claro que es falso que durante el franquismo se viviera mejor y ha recalcado la importancia de poner en valor lo que supusieron aquellos años, así como de reivindicar “el relato de la transición construida desde abajo”.
La investigadora ha insistido en la necesidad de apelar directamente a los jóvenes, recordando que las generaciones actuales perciben el franquismo como un pasado “más lejano y difuso”. Frente a ello, ha defendido que “hay que recordar” y “hacer memoria”, a lo que ha calificado de “fundamental”.
La historiadora se ha referido también a la presencia de jóvenes que expresan simpatía hacia la dictadura. Ha rechazado que se trate de un fenómeno espontáneo y lo ha enmarcado en “una ofensiva cultural por parte de la extrema derecha”, con una “intencionalidad política clara” que aprovecha la falta de herramientas formativas entre parte de la juventud.
No obstante, ha asegurado que esta tendencia puede revertirse con pedagogía, ya que la mayor parte de los jóvenes que repiten estas ideas no lo hace desde un convencimiento ideológico, sino por desconocimiento o por dinámicas vinculadas al humor, la identidad o la pertenencia a un grupo.
Table ha llamado a no caer en narrativas alarmistas que presentan a los jóvenes como “neonazis”, y ha remarcado que quienes sostienen esas ideas siguen siendo “una minoría”. “Hay que seguir. No podemos dar a los jóvenes por perdidos, no lo somos”, ha dejado claro.
La creadora de contenido, además, ha puesto en valor el ejemplo extraordinario que supone la película proyectada esta mañana sobre el papel de la educación y del magisterio republicano en la construcción de los valores democráticos y ha alertado de que “no podemos dar por garantizados y para siempre que ciertos derechos que tenemos no se pueden perder”, en realidad “estamos en medio de una oleada reaccionaria antidemocrática que está tambaleando esos cimientos”.
Por ello ha incidido en que “tenemos que entender que la democracia es prácticamente una decisión cotidiana y una práctica cotidiana que se construye precisamente así, poniendo en valor estas cuestiones”.
Fortalecer la cultura democrática
El arqueólogo y divulgador Mikel Herrán (@putomikel), ha explicado que la sesión celebrada ayer estuvo dirigida a un público general y centrada en un debate amplio sobre el aumento de discursos que cuestionan las instituciones democráticas, la desarticulación de la democracia y la difusión de la idea de que “con Franco se viviría mejor”. Según ha señalado, este clima se combina con el avance de la ultraderecha y su presencia creciente en espacios públicos, cuestiones que considera necesario abordar sin abstracciones.
Herrán ha defendido que la jornada de hoy está orientada a llevar esa reflexión a la práctica mediante un trabajo directo con jóvenes, “hablando de tú a tú” y abordando mitos y bulos franquistas que siguen circulando, como la supuesta creación de la Seguridad Social por parte del dictador o la idea de que durante la dictadura no existían problemas de vivienda.
Por ello ha apostado por un enfoque horizontal para abordarlos con la juventud. “No se trata de decir ‘te tengo que decir esto y tú te lo tienes que creer’, sino de hablar de qué te preocupa, por qué piensas esto, e ir desarticulando esos bulos poco a poco”, ha expuesto.
El divulgador ha rechazado que deba hablarse de los jóvenes como “neofranquistas” o “neonazis”, sino que se encuentran en un proceso de formación y lo que necesitan son herramientas adecuadas, algo a lo que contribuye, a su juicio, la proyección de ‘El maestro que prometió el mar’.
Herrán ha dejado claro que esta actividad permite mostrar, a través de una historia basada en hechos reales y con elementos de ficción, cómo fueron la Guerra Civil y el primer franquismo, apelando a la empatía y favoreciendo la pedagogía.
Además, ha avanzado que estas actividades generan conversaciones entre el alumnado más allá del propio encuentro, permitiendo que quienes han estado más implicados dispongan de herramientas para debatir entre ellos “de tú a tú” y contribuir a que “la bola siga rodando” en una conversación democrática.
Preguntado por el papel de los medios de comunicación en el contexto actual, Herrán ha considerado que desempeñan una función “muy importante, tanto para bien como para mal”. Ha señalado que algunos medios, en ocasiones de manera inconsciente y en otras de forma deliberada, han dado difusión a bulos franquistas, especialmente a través de redes sociales o plataformas alternativas.
A su juicio, al colocar “en la misma mesa de debate” posturas democráticas y posiciones “totalmente antidemocráticas”, se ha otorgado legitimidad a discursos contrarios a los derechos humanos. Esto, ha apuntado, ha contribuido al aumento del discurso nostálgico o neofranquista que reflejan las estadísticas actuales.