La técnica exposta resulta dunha adaptación dos métodos utilizados para extraer o gas radon por parte do Instituto de Ciencias da Construción Eduardo Torroja (CSIC - Ministerio de Ciencia, Innovación e Universidades), en colaboración co Instituto Xeográfico Nacional (IGN - Ministerio de Transportes e Mobilidade Sustentable) e CIUDEN (Ministerio para a Transición Ecolóxica).
El Comisionado Especial para la Reconstrucción de La Palma, Héctor Izquierdo, subrayó el papel del proyecto dentro del proceso de recuperación progresiva de los núcleos costeros, destacando el compromiso que siempre ha mantenido el personal científico que desde el inicio de la erupción trabaja sobre el terreno insular. “En Puerto Naos quedan ya pocas viviendas por cumplir los parámetros de seguridad para su autorización y la situación de esas últimas es más compleja, por lo que este tipo de soluciones avanzadas, desarrolladas junto a los institutos científicos, nos permiten afrontar la fase de mitigación con rigor técnico y confianza”.
Ciencia de primeiro nivel en terreo palmeiro
Las pruebas iniciales se están llevando a cabo en un garaje de la ‘zona negra’ de Puerto Naos, que registra altas concentraciones de CO₂, donde se han instalado arquetas. Este sistema permite generar un gradiente de presión que evita la entrada de gases a los espacios habitables. El experimento se articula en tres fases: la inicial, en la que se encuentra actualmente, de compresión y succión del gas en el subsuelo; un segundo paso que busca la canalización del flujo hacia puntos de liberación controlados y, por último la captación y almacenamiento o dispersión en zonas seguras.
El programa de mitigación se enmarca dentro del esfuerzo impulsado por el Comisionado para la Reconstrucción de La Palma para convertir la isla de La Palma en un laboratorio científico de referencia internacional, en el que se desarrollan tecnologías avanzadas de vigilancia y control de gases, como la red Alerta CO₂, operativa 24/7 y con más de mil sensores instalados.
Estas accións, xunto con a posta en marcha do Plan Nacional de Vixilancia Sísmica, Vulcanológica e doutros Fenómenos Geofísicos, fomentan a seguridade, a innovación e a resiliencia en contornas volcánicos, abrindo o camiño cara a unha convivencia segura e sustentable co medio xeolóxico. “A erupción situou á Palma no centro da escena científica mundial. Este tipo de iniciativas demostra que a investigación aplicada pode devolver a habitabilidade e a confianza ás zonas afectadas”, concluíu Héctor Izquierdo.