- El número de hogares beneficiarios asciende a 7.791, de los que 1.566 son monoparentales
- En casi dos tercios de los hogares de Cantabria con IMV viven menores, que son el 38,2% de las personas beneficiarias
El Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha llegado en noviembre a 7.791 hogares de Cantabria en los que viven 20.980 personas, según datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Respecto al mismo periodo del pasado año, el número de prestaciones ha crecido un 20,77% en la región, lo que supone 1.340 hogares beneficiarios más.
La cuantía media del IMV en la región es de 524,57 euros al mes por hogar, algo superior a los 485 de media a nivel estatal. En conjunto, la nómina de este mes de noviembre en Cantabria ha ascendido a 4,5 millones de euros.
El IMV mantiene un marcado perfil femenino en Cantabria, donde el 70% de los titulares (5.522) y el 54,6% de los beneficiarios son mujeres (11.472). La media de edad de los beneficiarios del IMV es de 29,76 años, ligeramente por encima de la media nacional.
En el 61% de los hogares que reciben esta prestación (4.749) viven menores, y el 20% son familias monoparentales (1.566). Actualmente, el 38,2% de las personas beneficiarias del IMV en Cantabria son menores de edad, lo que supone un total de 8.013 niños, niñas y adolescentes.
En paralelo, 4.906 hogares de la región han percibido el Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI), que supone un apoyo adicional por cada hijo o hija a cargo y que puede solicitarse de manera independiente al IMV, ya que contempla rentas bajas y moderadas.
Desde su puesta en marcha, el IMV ha dado cobertura a 30.965 en personas en Cantabria, de las que 12.737 eran niños, niñas y adolescentes. En todo el país, esta prestación suma más de 3,3 millones de personas beneficiarias, incluidos más de 1,4 millones de menores.
Requisitos generales para solicitar el IMV
Para solicitar el IMV, es necesario haber residido en España de forma legal, efectiva y continuada durante al menos el año anterior. Tanto la persona solicitante como su hogar deben encontrarse en situación de vulnerabilidad económica, al no disponer de ingresos o patrimonio suficientes. El IMV es compatible con rentas del trabajo y contempla incentivos para favorecer la inserción laboral y mejorar las condiciones de vida de las familias.
Asimismo, el nuevo sistema de doble revisión de ingresos implantado permite a las familias conocer de antemano la actualización de su prestación. Como consecuencia, desde mayo, los beneficiarios saben ya si, en función de los ingresos del año anterior, su prestación se incrementará, se reducirá o se extinguirá.
Con el objetivo de facilitar las condiciones de acceso de los jóvenes se han incorporado algunas novedades. Por ejemplo, pueden solicitar la ayuda personas mayores de 18 años o menores emancipados con hijos o hijas a cargo, y se ha reducido el período de vida independiente para los jóvenes menores de 30 años, de 3 a 2 años.