• El delegado del Gobierno en Cantabria ha visitado las instalaciones de la Jefatura Provincial de Tráfico en Santander junto a su responsable, José Miguel Tolosa
El delegado del Gobierno en Cantabria, Pedro Casares, ha destacado la “cercanía” de la Dirección General de Tráfico (DGT) a la ciudadanía de Cantabria con una media de 2.500 atenciones presenciales cada mes en las oficinas de la Jefatura Provincial de Tráfico en Santander, a lo que se suman las gestiones electrónicas a través de la web y la aplicación móvil.
Además, Casares ha puesto en valor el “compromiso” con la atención “prioritaria y personalizada” a las personas mayores de 65 años, que pueden acudir sin cita previa a realizar sus gestiones en horario de 8.30 a 11.00 horas.
El delegado del Gobierno en Cantabria ha visitado este lunes las oficinas ubicadas en la calle Lábaro de Santander junto al director provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa, con quien ha abordado tanto la labor de gestión de vehículos, permisos de conducir o tramitación de multas, como la “enorme tarea de concienciación y prevención” que desarrolla la DGT en la comunidad.
Ha indicado que una muestra de la “magnitud” del trabajo que se realiza desde este organismo del Estado en Cantabria se evidencia con los datos de vehículos y conductores que hay en la región, en concreto más de 450.000 vehículos dados de alta y más de 360.000 conductores.
En cuanto a la gestión de multas, el delegado ha detallado que, con datos cerrados del 2024, en Cantabria se interpusieron 77.000 denuncias por infracciones de tráfico que suponen un 36% menos que en el año anterior (2023).
2024, “AÑO DE RÉCORD” EN EXÁMENES
Casares y Tolosa también han analizado los datos de los exámenes de conducir, tanto teóricos como prácticos, realizados en Cantabria y han ensalzado que 2024 “fue un año de récord”.
Los exámenes de circulación ascendieron el pasado año a 14.600, “la mayor cifra que ha realizado la DGT en Cantabria, y a lo que se sumaron también más de 14.000 pruebas teóricas en las sedes de Santander, Laredo y Torrelavega.
En este punto, han abordado la situación de la plantilla de examinadores que actualmente está integrada por ocho personas y, aunque sigue habiendo más de 4.000 personas en bolsa pendientes del examen teórico, han detallado que de trata de una cifra “que en la práctica es inferior”.
Y es que, han explicado, hay que tener en cuenta que los jóvenes pueden realizar el examen teórico con 17 años pero no el práctico, para lo que han de haber alcanzado la mayoría de edad; también hay quienes sacan el teórico un verano y esperan al siguiente para realizar el práctico, y hay “otros factores” que hacen que “el número de personas que están esperando realmente sea menor”.
Además, tanto el delegado como el jefe provincial de Tráfico han destacado el “compromiso” del Gobierno de España y de la DGT con “bajar esas cifras” porque es una situación que se da en todo el país y, en el caso de Cantabria, ha avanzado que la próxima semana se incorporará un nuevo examinador.
De esta forma, se contará con una plantilla de nueve examinadores y, además, se ha solicitado “más refuerzo” y próximamente llegarán otro examinador interino y uno más itinerante, con lo que se va a dar “un empujón” a esa “bolsa de espera” y Cantabria estará "en las ratios" que la DGT marca a nivel nacional, que es de 21 examinadores por cada millón de habitantes.
PLAN DE VIALIDAD INVERNAL Y RADAR DE SALTACABALLO
En otro orden de asuntos, Casares ha avanzado que la Delegación del Gobierno trabaja ya junto a la DGT, la Guardia Civil, la Demarcación de Carreteras y el Gobierno regional en el plan de vialidad invernal que se pondrá en marcha para garantizar la seguridad en las carreteras ante las inclemencias meteorológicas.
Igualmente, ha detallado que ha abordado con el jefe provincial de Tráfico el funcionamiento del nuevo radar de tramo en la A-8 a la altura de Saltacaballo que empezó a funcionar en agosto pero sin sancionar y desde el 6 de septiembre está plenamente operativo.
Tolosa ha indicado que, aunque aún no se dispone de los datos de sanciones interpuestas por este nuevo radar, se percibe “una velocidad más homogénea” en el conjunto de los vehículos y se ha logrado eliminar “los picos de velocidad de algunos que iban mucho más rápido y frenaban al llegar al radar fijo, una situación que además provocaba siniestros en la zona y causaba problemas de retenciones”.
Con la instalación de este radar de tramo, se elevó también la velocidad a 100 kilómetros por hora y, aun así, gracias a esa homogenización de la velocidad, se ha reducido notablemente la siniestralidad en la zona.